¿Cómo hacer que tu baño no te odie al bañarlo?

¡Descubre cómo hacer que tu gato y el agua sean mejores amigos!

¿Piensas que el agua es el archienemigo de tu gato? Pues sí, lo es, pero eso no significa que tu felino no necesite un baño de vez en cuando. Sus lengüetazos no son suficientes, y es hora de que aprendas cómo darle un baño con agua y jabón especial para gatos.


Preparativos antes del chapuzón

Antes de cada baño, ten lista una tina no muy grande con agua tibia. Asegúrate de que tu gato pueda estar sentado cómodamente y que su carita quede fuera del agua. También necesitas un jabón especial para gatos y una toalla. Si tu gato tiene el pelo largo, cepíllalo antes de mojarlo para evitar enredos y nudos.

La hora de la verdad: el baño

Cuando llegue el momento del baño, mantente tranquilo y relajado. Es vital que le transmitas calma para que no se sienta en peligro. Mientras lo mojas, evita que el agua le caiga en la cara; no le gustará nada que le entre agua en los ojos, orejas o boca. Al aplicar el jabón, hazlo con un suave y rico masaje para que el momento sea más placentero.

Después de enjabonarlo bien, enjuaga a tu gato a fondo y sécalo lo más posible con una toalla. Si tu michi lo tolera, usa una secadora en la potencia más baja para que no quede húmedo y se sienta cómodo.

Ahora que sabes cómo bañar a tu gato correctamente, intenta hacerlo cada vez más seguido. No es necesario que sea diario como tú, pero al menos cada tres meses para mantener una buena higiene. Recuerda que este proceso requiere actitud y paciencia. ¡No te rindas, lo van a lograr!

Con estos tips, pronto tu gato y el agua serán tan buenos amigos como tú y el sofá. ¿Qué otros trucos usas para bañar a tu gato?