Como buenas abuelitas mexicanas que quieren engordar a sus nietos, así estamos con nuestros perros. La obesidad en perros es cada vez más común, tal vez porque cada vez es más estrecho el lazo que tienen con nosotros. Pero la neta, la obesidad es un problemón que debemos prevenir o tratar.
La raza
Hay razas que tienden a ponerse gorditas, como el Labrador, Golden Retriever, Beagle, Dachshund, Schnauzer, Poodle y Bulldog Inglés. Pero ojo, no es excusa para que “Firulais” ande pasado de tamales.
La edad
Los perros que se ponen gorditos entre los 6 y 12 meses tienen más chance de seguir así de adultos. Es como cuando te clavas con los tacos de chicharrón desde chiquito y luego ya no hay vuelta atrás.
La esterilización
La esterilización aumenta el riesgo de obesidad, especialmente en hembras. Las hormonas sexuales no controlan el metabolismo, pero sí afectan el peso a través del sistema nervioso central modificando la ingesta de alimento. Por lo cual en hembras esterilizadas se debe disminuir el aporte energético diario de acuerdo a las nuevas necesidades que tendrá ahora.
El sedentarismo y la falta de ejercicio
Eso de “El perro come todo lo que quiere” y “Le damos muchos premios” no aplica. Todos los perros deben comer la ración adecuada según su peso y su edad. La mayoría de los alimentos comerciales tienen una tablita con las cantidades. Pero lo mejor es que tu veterinario te diga exactamente cuánto debe comer tu perro.
Si tienes dudas o sientes que tu perro ya se pasó de… croquetas, consulta a tu veterinario de confianza. ¡No te hagas pato!
